Dolors tiene un rebaño de más de 450 cabras lecheras que, junto con el pastor que la ayuda, recorren los bosques mediterráneos de Cassà de la Selva. Uno de sus lugares de es la finca de Can Vilallonga, gestionada por el Consorcio de las Gavarres. Al pastar, las cabras de Dolors ayudan a conservar los valores naturales y paisajísticos de este lugar estratégico situado al pie de las Gavarres y a mantener los cultivos y los bosques limpios.